La coherencia entre los tres dominios implica algo tremendamente poderoso: Se puede acceder a reconstruir uno a través de otro y esto quiere decir que si intervenimos, por ejemplo, en las emociones, podemos cambiar nuestra postura y nuestras conversaciones, y viceversa. Esto, de hecho, lo hacemos naturalmente desde que nacimos: nos “Balanceamos”, a veces con determinada música, a veces con una buena charla o caminata. Cada cual sabe que le hace bien hacer, que lo calma o, por el contrario, que lo enerva o entusiasma.
La parte no tan prometedora de vivir en coherencia en emoción, cuerpo y lenguaje, es que así como ayuda a acceder a otro dominio, también hace presión para que no se rompa el “equilibrio”. Esto implica que lo que hagamos en un solo dominio sirve parcial o momentáneamente a menos que nos encarguemos de trabajar también con los otros. La coherencia limita la efectividad de técnicas que usamos, no pudiendo sostener el efecto. Por esta razón hay quienes permanecen indefinidamente, por ejemplo, viendo a un psicólogo sin ver grandes cambios en años, u otros logran meditar un tiempo y luego dejan.
Recomendamos interesarse en simultáneo por los tres dominios de modo de maximizar la efectividad de las transformaciones. Para esto sirve el Touch For Health, donde usamos una prueba muscular para generar conciencia de un desbalance energético que a su vez refleja un desbalance en otros aspectos del ser, donde generalmente se encuentra la causa del malestar.
Es productivo entonces trabajar con el cuerpo (Yoga, Deporte, Touch For Health) además de trabajar la psiquis (Psicoterapia, Terapia de niño interno, Coaching) y lo emocional/energético/espiritual (Meditación, Reiki, Sueños), todo en la medida en que genere bienestar y no termine por sentirse como una “carga” en nuestras vidas.
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